domingo, 29 de junio de 2008

De los momentos vividos pueden quedar distintas maneras de recordarlos.
Lo más común es tomar fotos, filmar videos, en los que uno, una vez terminado el momento, puede verse a sí mismo congelado en una imagen y ver objetivamente el lugar en el que estaba. O puede verse desde el punto de vista de la cámara durante un rato, y verse a sí mismo en el paisaje que lo acompañó. Si uno conserva ese tipo de recuerdos de un momento, al poco tiempo se olvidará completamente de los recuerdos que guarda la memoria, que son los más importantes. Los recuerdos que guarda la memoria son los que se ven afectados por lo que se sintió en el momento, por el frío o el calor o el viento, por la sensación de tener a otra persona al lado, por la alegría o la tristeza o la indiferencia que reinaba, son recuerdos que se cuentan desde el punto de vista de los ojos propios, no de lo que vio una cámara. Son recuerdos realmente propios; una foto es el recuerdo de lo que vio la lente. Viendo una foto bastante tiempo después uno puede darse cuenta de que el lugar estaba sucio, o uno estaba despeinado, o el cielo estaba gris y, depende con el estado de ánimo con que se mire la foto, todo esto puede llegar a arruinar la imagen que queda del momento. Y quizás el momento vivido fue hermoso. Quizás en el momento se vio el cielo gris, pero acompañado del viento frío y del calor de otra persona se hizo de eso un paisaje inigualable. Quizás en el momento estar despeinado sirvió para llorar de risa un largo rato... Quizás en la foto o en el video se ve todo muy distinto, sólo permiten recordar momentos particulares, quizás uno no llegó a registrar en la memoria de la cámara sucesos sorpresivos que hicieron de la situación algo especial. Y el tener esos recuerdos materiales hacen sentir a la memoria que no necesita recordar nada de ese momento. Y ésta borra los recuerdos hermosos. Y borra las sensaciones y los sentimientos y las emociones y el frío y el viento y el cielo gris y las risas y los besos y el caminar por la calle dando vueltas y el sorprendernos por las plazas hermosas y el que no nos importe nada y los abrazos y las canciones y el sueño y los lugares y los puntos de vista alterados, retocados, embellecidos por haber estado juntos...

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