viernes, 11 de abril de 2008

Mirando la caja donde tengo mis cosas importantes (documentos, entradas de recitales lindos o feos, cartas de conocidos, amigos o escritas por mí y nunca entregadas, de hace años o unos días, envoltorios de golosinas regaladas por gente importante o compradas por mí en un momento lindo, biromes con las que escribí cosas importantes, medallas de egresada, fotos carnet de gente que quiero, carteles que me hizo la gente que quiero) me di cuenta de que todo cambió un montón.
Cambió un montón la gente que quiero o valoro o me importa o me quiero o me valora o le importo.
Cambió un montón mi forma de valorar lo que recibo.
Cambió un montón lo que me pasa todos los días.
Cambió un montón lo que me alegra.
Cambió un montón mi forma de mirar el mundo.
Y no me gusta cuando los viejos dicen "Todo tiempo pasado fue mejor"... Me suena a pesimista, conservador, negativo. Pero siendo que no me quejo del resto, puedo decir que antes yo sabía lo que quería y pensaba las cosas en base a lo que yo creía, y no los demás.
Y con esa forma de pensar que tenía, que le gustaba a más gente que a la que le gusta la de ahora, tenía alrededor mío personas mucho más importantes y que, todavía, sigo queriendo mucho más que al resto.
El otro día darme cuenta de que prácticamente había perdido a muchos, no todos, pero muchos, dije QUE ESTAS HACIENDO TARADA !
Hoy tengo la sonrisa más grande que nunca simplemente por ver que estoy volviendo a hacer que todo sea como antes, como mejor me hace, como más me gusta, como a todos más les gusta.
No quiero volver el tiempo atrás y empezar de nuevo porque siendo las cosas como fueron, hoy puedo valorar lo que fueron los momentos que extraño. De otra forma, capaz no lo haría... Pero sí quiero aprender de mis errores [(...)porque dicen que en la vida siempre aprendo de un error, y yo alguno que otro tuve(...)] y saber apreciar lo que vale la pena apreciar, y no lo que me quieren hacer creer que debo apreciar. Querer a los que vale la pena querer, y no sólo al resto. Compartir con los que vale la pena compartir. Reirme con los que se quieren reir con migo. Crecer con los que crecen a la par mía. Avanzar con los que van a mi ritmo. Aceptar a los que me aceptan. Llamar amigos a quienes lo merecen.
Estas cosas son más que sabidas y repetidas de memoria, pero, hasta que no se las necesita, no se entienden y no se valoran.
A mí me hizo falta y lo hice bien.
No voy a dar nombres, porque las personas que yo valoro en serio lo saben, porque se lo merecen.
No voy a dar un final muy sofisticado porque no estoy dando fin a algo, estoy empezando algo nuevo.
Nada más.


( Sigo cambiando )





















No hay comentarios: