domingo, 6 de abril de 2008





Por cualquier lado, en cualquier lugar, a cualquier hora.

Uno va por la calle y se cruza con desconocidos, va a comprar y ve desconocidos, prende la tele y ve desconocidos, abre el diario y habla de desconocidos, prende la computadora y habla con desconocidos.

Va a una plaza y hay desconocidos, entra a un boliche y ve desconocidos, pasa por un bar y dentro de él hay desconocidos.

Va por la ruta y cruza autos manejados por desconocidos, camina por la playa y encuentra montones de desconocidos tomando sol, pasea por el sur y entre la nieve ve, entretenidos con bolas de nieve, muchos desconocidos.

Viaja a otro país y más y más desconocidos, vuelve a su casa y en camino esquiva desconocidos, escucha conversaciones entre desconocidos y saluda, de compromiso, a desconocidos.

Todos son desconocidos.

Entra a casa y lo están esperando más desconocidos, llama por teléfono a algún desconocido y habla largas horas de cosas en común, duerme con desconocidos, ríe con desconocidos.

Comparte sus horas con desconocidos, vive con desconocidos, ama a desconocidos.


Es tan dificil, es prácticamente imposible conocer enteramente todo lo que pasa dentro de otra persona, de hecho es imposible conocerse a uno mismo completamente (de ahí las actitudes súbitas de las que uno aveces se arrepiente). A nadie se conoce del todo nunca, es imposible lograrlo.

El día que eso se logre, va a ser el día en que el mundo deje de estar lleno de desconocidos para empezar a ser un mundo en el que todos se conocen.


No hay comentarios: